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Experimentos de química

Hace algún tiempo se me atascó el bidé, así que hice lo peor que se puede hacer: usar sosa cáustica para quitar el atasco.

NOTA: Los experimentos en casa con gaseosa, y con un adulto detrás que sepa lo que haces. Y si es químico, mejor. Lo que cuento aquí es REALMENTE peligroso.

Química casera

Como el atasco persistía, decidí -listo de mí- echar más sosa cáustica al invento. Evidentemente, el atasco persistió.

Busqué por internet y leí que la composición química de la sosa cáustica es Hidróxido de Sodio (NaOH), una base. Buscando soluciones, proponen echarle calor. Tras 3 cacerolas hirviendo, me cansé de calentar agua.

Decidí desarmar el bidé con el fin de atacar el problema de raíz: directamente a la tubería. El tapón de sosa cáustica llegaba hasta el borde de la tubería (y, por cierto, pica un montón). Parece que el agua caliente habría transformado el tapón en piedra. Piqué con un destornillador, con un punzón, con el taladro, con una broca pasamuros… Y eso no había quien lo deshiciera (conseguí avanzar unos 3 centímetros con el taladro y la broca pasamuros).

Vuelta a internet a preguntar, y leo que hay una cosa, llamada "agua fuerte" que no es otra cosa que ácido clorhídrico rebajado (en torno al 28%), es decir, HCl. Yo sé poquito de química, pero:

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NaOH + HCl = NaCl + H2O

Es decir: que iba a producir agua y sal común.

Pero el temita es que la química no es lo mismo que las matemáticas. En matemáticas, dos más dos son cuatro. En química, ácido más base es igual a sal más agua…. y un montón de calor, y efectos secundarios….

Así que como la química me infunde bastante respeto, comencé a preguntar a gente. Llegó hasta mis oídos que lo mejor que le iba a un tapón de Sosa es el ácido sulfúrico.

Mira que a mí el ácido clorhídrico me infunde respeto, pero el ácido sulfúrico ya ni digamos.

Pues bien, decidí comenzar por el ácido clorhídrico. Con mucho cuidado. El resultado fue un montón de burbujitas, calor, peste (ojo, los gases pueden producirte un agujero en el pulmón; yo me puse máscara), y 2 centímetros más. Seguí echándole un rato hasta avanzar en torno a los 10 centímetros (sí, sí: 10 centímetros de tapón). A partir de ahí me dio la sensación de que no avanzaba.

Como soy muy impaciente, decidí abordar el tema con armas más potentes: ácido sulfúrico. Al fin y al cabo, quien lo propuso era fontanero. Pues bien: mientras que con el ácido clorhídrico la reacción era hacia arriba, con el ácido sulfúrico no hay reacción. Huele a huevos podridos, deja peste por toda la casa y… no hace nada. Lo dejo un rato y cuando vuelvo ha salido un líquido negro de la tubería, que se come el trapo según lo paso para limpiar.

Lo peor de todo: según las instrucciones, después hay que echarle agua caliente con mucho cuidado. Pues me pongo a ello. En cuanto la primera gota toca el ácido, se produce una explosión. El ácido me comió los pantalones y me dejó un par de marquitas (nada importante, por pura suerte).

Limpié todo, monté el bidé, me di una buena ducha, y decidí que no iba a volver a experimentar con la química.

Ya sólo mezclo vino con cocacola o gaseosa, según la ocasión.

Al cabo de los meses, decidí echar un chorretón de aguafuerte. El tapón se había deshecho.

Balance de daños

  • Aún tengo marcas donde me tocó el ácido.
  • La tubería está ligeramente dañada, pero como es en la parte que se ve, no es problema. Cualquier fuga la veré.
  • Tengo un bote de ácido sulfúrico y no sé qué hacer con él.
  • El ácido clorhídrico ha carcomido el embellecedor del desagüe.

Así que, la próxima vez, llamaré al fontanero.